Las fotos son momentos de nuestro pasado, con la edad se acumulan estos recuerdos, por esto mismo se pierden, se destruyen, en nuestra mente conservamos los recuerdos pero son recordados con situaciones fuera de nuestro control, las fotos nos permiten revivir nuestro pasado, bueno y malo, a mí me ha tocado ver grandes cambios de los lugares que conocí y que ahora solo en las fotos recuerdo como fueron.
No se necesitan muchas fotos, pues a mayor cantidad, mayor dificultad para conservarlos, para organizarlos y para disfrutarlos, es mejor unas pocas cada año y en los motivos que se reúnen los conocidos, sean familiares, amigos y lugares, hoy con los archivos digitales se pueden tomar una gran cantidad de fotos pero el problema de organizar es igual y son vulnerables los medios de almacenamiento, bueno es imprimir las más significativas y tenerla a la mano en un álbum.
Antes con los negativos se requería forzosamente disponer de un almacenamiento que los mantuviera lejos del polvo y la humedad, hoy es mejor disponer que un mismo archivo de imagen este en dos medios o tres y guardarlos por separado, compartir con otros estos archivos es una gran ventaja, literalmente no hay costo, solo el tiempo dedicado.
Otra razón para conservar fotos es ver nuestro progreso, y tener material para eventuales trabajos escolares, en donde si tenemos fotos de nuestro medio en la niñez en un momento dado podemos ver el contraste con el medio actual del mismo sitio.
En cuanto al equipo, es preferible tener uno que podamos manejar con comodidad, si nuestro interés en lo tecnológico no es mucho, con uno sencillo y respetando las reglas que nos impone nuestro equipo, podremos tener buenas tomas, para casos específicos como ampliaciones o tomas en interiores es mejor contratar los servicios de profesionales, solicitando que nos den los archivos de las imágenes para nuestro uso personal, es mejor anticiparse con tiempo y conocer a alguien que nos pueda ayudar.