Un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar, es el principio del orden, que tu vida este en orden es también un principio de productividad, que podamos dar salida a lo que un día entró o estuvo en nuestras vidas permite tener espacio y reducir el esfuerzo.
Cuando algo empieza, sea una vida, una relación, una historia; los elementos que la componen son pocos y decimos es simple, con el tiempo los hechos se acumulan, o las partes, o los sucesos y años después todo se ha tornado complicado, difícil de manejar, de acomodar, nos confunde saber que ya no es necesario, que podemos eliminar.
Así somos y cuando esta costumbre pasa por una o más generaciones, ya no deseamos pensar si conviene o no seguir, solo seguimos con lo mismo, sin cuestionar porque es una herencia, vienen otros con costumbres diferentes y nos cuestionan y ese desorden interior nos confunde de nuevo y como resultado sentimos molestia por los cuestionamientos, este cuestionamiento le viene a los jóvenes cuando el cerebro madura y empieza a analizar su realidad, pero la sociedad en conjunto defiende sus costumbres.
Es recomendable para evitar complicaciones mantener la vida simple y sencilla, evitando acumular recuerdos, solo vivir y dejar pasar el momento para disfrutar del siguiente, esto implica estar abierto a aprender lo necesario para vivir el momento con la capacidad requerida, con nuevas reglas que aseguren armonía en la convivencia con los demás seres con quienes compartimos este mundo.
En lo cotidiano es mejor disfrutar de la música que coleccionarla, pues empezamos a comprar y el primer año tenemos 10 discos al siguiente si nos va mejor compramos 20, y el tercero otros 20 y así con 50, tenemos que comprar un gabinete y destinarle un lugar en la casa, y a paso de unos diez años ya tenemos unos 150 discos y más gabinetes y varios reproductores y apenas tenemos tiempo con el trabajo y los hijos de sentarnos a escuchar nuestra música preferida, o bien si queremos escuchar uno en específico tendremos que dedicar tiempo a buscarlo, y puede en tanto aparecer la frustración, ¿y si en alguna fiesta se lo llevaron?, o si ¿algún familiar lo tomó prestado y no lo devolvió? o los hijos lo tiraron y al encontrarlo ya no se puede reproducir. Hay que tener en cuenta que con el progreso tecnológico los reproductores cambien y ya no sea vigente el formato de los disco como paso con los L.P. de vinilo, o que por humedad en la casa se dañe tu colección en forma irreparable.
Así como lo comento con este ejemplo igual se aplica con las películas, con la ropa, con las herramientas y con todo aquello que compramos y tenemos en casa y no es utilizado específicamente para el ejercicio de tu profesión o para negocio y que como inversión te permita una ganancia futura.
Si te cuesta trabajo desprenderte de las cosas, entonces hay presencia de una dependencia emocional que debe atenderse con especialistas con el fin de evitar un daño mayor en la convivencia con los demás al existir razones emocionales entre las cosas.
El orden en la vida debe ser un deseo consciente de combatir las razones comerciales y centrarse en la satisfacción de la vida por la vida misma.